EL “SANTA ÚRSULA”

La principal obligación del Superior Provincial es visitar cada año todas las casas de la Provincia para poder escuchar y alentar a cada uno de sus miembros. El Padre José fue el primero que lo consiguió. El “Santa Úrsula” era un barco parecido a los “pataches” de la época. Lo había mandado construir el Padre Ignacio Tolosa, pero lo estrenó el Padre Anchieta. Con los medios ordinarios difícilmente podía hacer la visita el Provincial cada dos o tres años. Con el “Santa Úrsula” se pudo hacer fácilmente la preceptiva visita anual.

El “Santa Úrsula”, bendecido por el Padre José, pasó sus dificultades, pero nunca naufragó, nunca fue molestado por los piratas o corsarios, sirvió siempre para todos los que lo necesitaron. Su piloto ordinario era el Hermano Francisco Dias. Por las noches solía suplirle el Padre José para que el Hermano pudiera descansar.

En 1578 obtuvo un “récord” de velocidad, llegando en 24 horas de Río de Janeiro a San Vicente, cinco días antes que el Obispo Leitao que no se atrevió a ir con él en un barco tan pequeño.

A Anchieta le encantaba el mar. Había nacido en una isla, donde se veía el Océano desde todos los horizontes. También le encantaba la montaña. Desde su casa de La Laguna podía ver todas las tardes, de niño, ponerse el sol tras el Teide en los más variados atardeceres. Sobre la cubierta del “Santa Úrsula” al navegar de Bahía a San Vicente, tuvo que tener más de una vez la impresión de volver a ver su tierra natal: de un lado su océano Atlántico, del otro la Sierra del Mar con sus picos altaneros como los de Tenerife. Recordando la carta, ya citada, de 1560, tenemos que añadir que le encantaban asimismo las plantas y los animales. Era un verdadero ecologista a lo divino.

 

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