Desde las Navidades de 1553 hasta la Cuaresma de 1565 estuvo José de
Anchieta en la Capitanía de San Vicente, hoy Estado de Sao Paulo. Al revés que en Tenerife, la capital pasó de la costa al interior. Una de las razones principales fue el
asedio de los piratas ingleses. ¡Qué casualidad! En 1997, 4° centenario de la muerte de
Anchieta, recordamos también el 2° del ataque fallido de Nelson a Santa Cruz de
Tenerife.
Estos diez años largos del primer destino del Apóstol del Brasil darían para un grueso tomo de su portentosa biografía. Nos contentaremos con algunas pinceladas y reflexiones casi al azar. Anchieta llega al Sur con 19 años y sale para el Norte con 31. Sus compañeros se ordenan de sacerdote con 23 o 24 años. Él con 32 cumplidos. ¿Le inquietó este retraso?
En ningún momento. La “VERA FIDES”, la “verdadera fe”, que había crecido con él desde La Laguna, había llegado ya a su madurez. Sería sacerdote cuando Dios lo dispusiera. A él le tocaba esperar. Más adelante, siendo Provincial, conversaba en Río de Janeiro con otros Padres y Hermanos, tratándose de la conformidad que todo jesuita debe tener con su oficio o grado para conservar la paz interior. José confesó con la mayor ingenuidad:
Siendo hermano, nunca me vino a la imaginación que podía ser sacerdote. Y cuando menos me lo esperaba, me vi con las órdenes. Siendo sacerdote, jamás me vino al pensamiento que podía ser profeso o superior... aquí me veis de ProvinciaL
De derecho, o sea, “jurídicamente”, Anchieta no podía ser profeso de cuatro votos en la Orden. Y menos Provincial, cargo reservado en la Compañía a los profesos. Los Estatutos exigían “grados académicos” para la Profesión Solemne. Y Anchieta ni siquiera siguió las clases normales de Teología. La estudió “por libre”, caso quizás único en la Orden. Pero la estudió a fondo. Porque en este año de 1997, la Facultad de Teología de Granada ha editado su volumen 31, “JOSÉ DE ANCHIETA, PRIMER MARIÓLOGO JESUITA”. Se trata del Poema a la Virgen, compuesto de memoria, durante su cautiverio de Iperuí, en esta primera década de su vida (invierno de 1563). Sin ser aún sacerdote, Anchieta demuestra en este Poema un conocimiento perfecto de la Escritura, la Tradición y la Liturgia.
El 25 de enero de 1554 es una fecha gloriosa para el Brasil. Nace en ese día su ciudad más poblada y activa. Pero los comienzos no pueden ser más humildes. Escribe Anchieta en la “cuatrimestre” de septiembre:
Algunos hermanos mandados para esta aldea en el año del Señor de 1554, llegaron a ella en el día 25 de enero, y celebramos la primera misa en una casa muy pobrecita y muy pequeña, en el día de la conversión de San Pablo apóstol, y por eso dedicamos al mismo esta nuestra casa…
Más adelante, añade: ……
Desde enero hasta el presente, estuvimos a veces, más de veinte en una casa pobrecita hecha de barro y palos, y cubierta de paja, con 14 pasos de ancho y 10 de largo..., que es al mismo tiempo escuela, enfermería, dormitorio, refectorio, cocina y despensa. Mas no tenemos nostalgia de las casas amplias que habitan los Nuestros en otras partes. Realmente, en más estrecho lugar fue puesto Nuestro Señor Jesucristo, cuando se dignó nacer en un pobre pesebre entre dos brutos animales, y en otro estrechísimo, morir por nosotros en la cruz Esta casa la construyeron los propios indios para nuestro uso, mas ahora nos preparamos para levantar otra un poco mayor, de la que nosotros mismos vamos a ser los constructores, con el sudor de nuestro rostro y la ayuda de los indios...
La Capitanía de San Vicente y, más en concreto, esta incipiente villa de Sao Paulo será el centro de irradiación misionera del “portentoso” Apóstol del Brasil. Su Gramática, sus Catecismos, sus Cantos y Poemas, sus Autos Sacramentales en portugués, castellano y tupí-guaraní, y sus dos grandes Poemas Latinos DE GESTIS MENDI DE SAA y DE BEATA VIRGINE DEI MATRE MARIA, fueron escritos en Sao Paulo de Piratininga, en esa verdadera década prodigiosa, en la que nuestro enfermo de tuberculosis pulmonar y ósteo-articular puso, casi él solo, los profundos cimientos cristianos del Brasil moderno.
Ya hemos dicho que la prestigiosa Escuela Lingüística de Leipzig reeditó y estudió, en el siglo XIX, la “portentosa” Gramática tupí-guaraní de Anchieta, sin que los tinerfeños nos enteráramos. El autor de esta humilde biografía publicó, bajo el titulo EL PRIMER POEMA ÉPICO DE AMÉRICA (Granada, 1992) el DE GESTIS MENDI DE SAA, con su correspondiente traducción al castellano. Y en el año jubilar de su muerte, el Poema DE BEATA VIRGIME DEI MATEE MARIA (Granada, 1997), también traducido, con el título de JOSÉ DE ANCHIETA PRIMER MARIÓLOGO JESUITA.
El Primer Congreso Internacional Anchietano, celebrado en la Universidad de La Laguna en los días 9-14 de junio de 1997, nos ha prometido una Gran Edición Crítica de las Obras Latinas del Padre Anchieta, en la que cuatro eminentes profesores del Departamento de Lenguas Clásicas llevan diez años trabajando. ¡Y pensar que ambos Poemas Latinos los escribió en menos de seis meses aquel ocupadísimo misionero! Esperemos también que revitalicen la Cátedra Anchieta fundada en 1955 por el Ministro de Educación, Joaquín Ruiz Giménez, y que restauren YA la CASA NATAL de Anchieta, convirtiéndola en el Santuario que reclaman miles de católicos tinerfeños y muchos millones de católicos brasileños.