Desde que José de Anchieta llega al Brasil con 19 años de edad (el misionero más joven del Nuevo Mundo) a 13 de julio de 1553, las fuentes documentales son tan abundantes y todas de tan gran interés, que lo difícil es seleccionarlas.
Tengamos en cuenta, sin embargo, algo que se olvida muy fácilmente. Y que recordaremos alguna vez más. Casi la mitad de los barcos hispanos que cruzaban el Atlántico en los siglos XVI y XVII o naufragaban o eran atacados por piratas ingleses, holandeses y franceses. Con frecuencia estos piratas llevaban “patente de corso” de sus gobiernos... Las mercancías valiosas pasaban a manos extranjeras y los documentos iban al fondo del mar. A veces eran también arrojados al mar los misioneros como en el caso de los mártires de Tazacorte.