Galería artística de A B C
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"LA ARQUITECTURA, LA PINTURA Y LA ESCULTURA"
GRUPO ALEGÓRICO DE JERÓNIMO SUÑOL


  El arte de Suñol no fue excesivamente fecundo y, sin embargo, llena por su grandeza, no solo la época en que el escultor triunfara, sino los años posteriores a su muerte, en el transcurso de los cuales la crítica y el juicio vulgar han ido aquilatando los méritos de aquel artista. En museos, en galerías, en templos y en palacios tanto como en la estatuaria destinada a plazas y calles, el arte de Suñol se ofrece con aquella ponderación, con aquella plenitud, con aquella armonía estética que hacían de cada una de las obras del maestro una lograda y madura obra de arte...
  ¿Cómo no recordar, hablando de Suñol, la estatua del Dante, modelo de esa armonía clásica que disciplinaba el espíritu y la inspiración del artista catalán...?
  Este grupo alegórico que hoy reproduce nuestro grabado es una de las obras que mejor caracterizan el estilo, las maneras y la concepción de Suñol. Era este escultor un fervoroso enamorado de la tradición clásica en el arte, y de sus entusiasmos por promover con su ejemplo una corriente renacentista en el sentido de retorno a las normas helénicas está dando prueba toda su labor, depurada en el culto de aquella tradición augusta e inmortal. Su repulsión hacia todo movimiento revolucionario en materia de estética era sincera y arraigada; pero no le arrastró jamás a convertirse en un mero imitador de lo arcaico ni a ser un frío glosador de las maneras clásicas. El sello personalisimo de Suñol ponía en sus obras una vibración de originalidad renovadora.
  El grupo escultórico que Suñol ejecutó con destino a la fachada de nuestro Museo Nacional del Prado, es una feliz alegoría propia del sitio en que había de ser colocada. Las tres figuras que lo componen, representativas de la Pintura, la Arquitectura y la Escultura, son por su modelado la expresión sentida del concepto que el artista tiene de las bellas artes simbolizada por aquéllas. Su pergeño, su actitud y la composición en que las reunió la mano diestra del escultor, sin olvidar los atributos que dan carácter al grupo, acusan en Suñol aquel ideal estético que, sin duda presidía, cual siempre, su espíritu cuando plasmaba este grupo destinado al pórtico del incomparable Museo...

Luis de CARTAGENA.